La Sigatoka
negra
Enfermedad foliar más destructiva y de mayor valor económico en los cultivos de banano para pequeños y grandes productores en el municipio de apartado
¿Qué es la
Sigatoka negra?
La Sigatoka negra es una enfermedad foliar del banano causada por el hongo ascomicetes Mycosphaerella fijiensis Morelet (anamorfo Pseudocercospora fijiensis) y constituye el principal problema fitopatológico del cultivo. El patógeno destruye rápidamente el tejido foliar, como consecuencia se reduce la fotosíntesis y se afecta el crecimiento de la planta y la producción). En ausencia de medidas de combate la enfermedad puede reducir hasta en un 50 % el peso del racimo y causar pérdidas del 100 % de la producción debido al deterioro en la calidad (longitud y grosor del fruto). Además, en condiciones de combate deficiente, puede inducir maduración prematura de los frutos, ya sea en el campo (fruta cremosa) o durante el transporte a los mercados de destino
Uno de
los principales problemas que se presentan en el banano y plátano es la sigatoka
negra es considerada la enfermedad
foliar más destructiva y de mayor valor económico donde llega causar pérdidas
de hasta un 50% en el rendimiento y causar pérdidas del 100 % de la producción
debido al deterioro en la calidad del fruto,
su nombre viene del Valle de Sigatoka en las Islas Fiji donde fue identificada
por primera vez en 1912. Durante los siguientes 40 años, la enfermedad se
difundió a todos los países productores de banano.
Síntomas y
signos
Los primeros síntomas de la enfermedad de Sigatoka negra son manchas cloróticas muy pequeñas que aparecen en la superficie inferior (abaxial) de la tercera o cuarta hoja abierta. Las manchas crecen convirtiéndose en rayas de color marrón delimitadas por las nervaduras. El color de las rayas va haciéndose más oscuro, algunas veces con un matiz púrpura, y visible en la superficie superior (adaxial). Luego las lesiones se amplían, tornándose fusiformes o elípticas, y se oscurecen aún mas formando las rayas negras de las hojas características de la enfermedad El tejido adyacente frecuentemente tiene una apariencia como empapado o mojado, especialmente cuando está bajo condiciones de alta humedad.
¿Qué factores
biológicos, físicos y ambientales facilitan la propagación de la plaga
enfermedad?
Factores bióticos y abióticos están estrechamente relacionados en la epidemiología de M. fijiensis en la aparición de signos y síntomas. Alta temperatura, humedad relativa y lluvias favorecen el desarrollo de la enfermedad, incrementando la severidad en las plantaciones. Corrientes de viento, especialmente durante períodos de tormentas contribuyen en la propagación a largas distancias.
Otras
condiciones como alta densidad de siembra, fertilización inadecuada o
impuntual, falta de canales de drenaje, retraso en labores culturales como
deshoje, cirugías, nutrición y manejo de malezas se suman a las condiciones
climáticas haciendo más difícil el manejo de la enfermedad.
Como enfermedad
policíclica, el patógeno (M. fijiensis) se reproduce en forma asexual y sexual.
La fase Asexual:
se presenta en lesiones jóvenes de la enfermedad primer estadio de mancha, Los
conidios aparecen en conidióforos sencillos que emergen por las estomas,
principalmente por la superficie abacial de las hojas. Los conidios se
dispersan por el salpique de la lluvia y se asocian con la diseminación de la
enfermedad a corta distancia.
La fase sexual: de mayor importancia en el desarrollo de la
enfermedad, se produce en las lesiones maduras, en estructuras denominadas
peritecios o pseudotecios, en cuyo interior se encuentran las ascas que
contienen las ascosporas las cuales son liberadas al ambiente en períodos de
alta humedad para ser dispersadas hasta largas distancias por las corrientes de
aire.
¿Cuál es su prevención?
Se entiende por combate cultural La implementación o modificación de ciertas prácticas de cultivo con la finalidad de generar un ambiente menos favorable para la enfermedad o afectar la reproducción, diseminación e infección del patógeno. Dentro del concepto anterior se incluyen las prácticas fitosanitarias tendientes a la reducción de inóculo, el control de malas hierbas, el drenaje adecuado, la nutrición balanceada y la población y distribución de plantas. Con la deshoja sanitaria detallada (despunte y cirugía), a intervalos semanales, se logra reducir la severidad de la enfermedad, Otras prácticas adicionales a la deshoja sanitaria también pueden ayudar en el manejo de la enfermedad, por ejemplo, el apilamiento o acordonamiento del tejido enfermo en el suelo y la aplicación de urea al 10 % como inhibidor de la esporulación. la defoliación controlada a la floración (eliminación a la floración de las tres hojas más viejas de cada planta) como una práctica para la reducción del inóculo del patógeno (Vargas et al. 2008). Guzmán y Villalta (2007), confirmaron la importancia del control de malezas en forma regular (herbicida o chapea) para un adecuado combate de la enfermedad y la posibilidad de utilizar coberturas vivas de suelo de porte bajo, sin detrimento en el control de la Sigatoca negra. La nutrición mineral balanceada es también un aspecto relevante. Algunos elementos como el silicio, cobre, calcio, boro y zinc contribuyen a reducir la severidad de la enfermedad
Ciclo de la
Enfermedad y Epidemiología
Fungicidas
Las plantaciones grandes ponen mucha confianza en los controles químicos. Los programas de control están en su mayor parte basados en los fungicidas protectores como mancozeb (usualmente aplicado en agua o en combinación con aceite) y clorotalonil. El mancozeb frecuentemente se aplica en combinación o en rotación con morfolina, con inhibidores de demetilación (IDMs), o con fungicidas estrobilurinas (QOls). El clorotalonil se rota pero no se combina con otros fungicidas. La resistencia a los fungicidas benzimidazol, IDM y estrobilurin es muy común en muchas áreas de producción. Los fungicidas frecuentemente son aplicados por avión
No hay comentarios:
Publicar un comentario